Diferencia entre Ética y moral

Está muy extendida la confusión entre Ética y moral. En este artículo voy a explicar la diferencia entre Ética y moral, pero antes aclararé otros términos para poner a la Ética y a la moral en su contexto.

Comunidades políticas

Los humanos se agrupan en comunidades políticas, también llamadas «sociedades». «A un inicio», parece ser que las comunidades humanas eran bandas nómadas de cazadores y de recolectores.

Posteriormente los humanos asentaron en pequeñas sociedades tribales, compuestas por un conjunto de familias con un antepasado común real o mítico. Las sociedades tribales se resisten al cambio porque defienden el argumento de la tradición, es decir, el conservadurismo cultural,[1] guardando en este sentido una estrecha semejanza con el conservadurismo observable en el resto de especies animales. Por eso en el siglo XXI existen algunas tribus en las que siguen viviendo de manera muy similar a cómo lo hacían hace miles de años. El argumento de la tradición, estrechamente unido a la religión, tiene que ver con todo esto.

Cuando las tribus alcanzan un gran tamaño comienzan a aparecer problemas para conseguir alimento y entonces una parte de los integrantes de la tribu se marchan a buscar otro lugar en el que crear una nueva tribu con sus propios líderes grupales.

Algunas tribus optaron por agrupar todas las tribus mediante un conjunto de instituciones centralizadas dirigidas por un gobierno, las llamadas «sociedades estatales». Los primeros Estados aparecieron en Egipto y en Mesopotamia en el año 3000 a.C., en el Valle del río Indo en el año 2000 a.C., en el Norte de China en el año 1800 a.C, en Mesoamérica, etc. La unión de las tribus mediante un gobierno aumentó la protección de los miembros de dichas comunidades y resultó en una gestión más óptima de los recursos, apareciendo el pensamiento científico y su resultante puesta en práctica mediante el progreso tecnológico.

El éxito de los Estados para generar grandes proyectos ha llegado hasta la actualidad, sin embargo los Estados están siendo gestionados de manera parasitaria, pues se están utilizando las instituciones públicas para el beneficio económico privado en lugar de para el beneficio de todos los integrantes de la comunidad.

Las morales

La moral humana tiene su origen en las sociedades tribales. Para fomentar la unión entre los integrantes de la tribu se normalizan una serie de costumbres de la vida diaria, así como costumbres especiales que sólo se realizan en días festivos. Todas estas costumbres, transmitidas de generación en generación, ejercen una enorme presión sobre la conciencia de los miembros de la sociedad, presionándoles sobre cómo deben vestir, qué deben comer, qué lugar deben ocupar en la comunidad, etc. en definitiva, mediante las costumbres se pretenden establecer las normas de comportamiento aceptables; y esas normas es lo que llamamos moral.

Quien viola las normas de una sociedad se comporta de manera inmoral desde el punto de vista de esa sociedad. En su libro «Patterns of Culture» (1934), la antropóloga Ruth Benedict (1887-1948) definió la moralidad de la siguiente manera:

«La moral difiere en cada sociedad, y es un término conveniente para referirse a costumbres aprobadas por la sociedad.» —Ruth Benedict, antropóloga

Por todo ello, no existe una única moral, sino una moral diferente en cada sociedad, por eso lo correcto es hablar de «las morales». En la moral intervienen aquellos juicios inspirados por patrones culturales establecidos por la tradición de cada sociedad, existiendo para un mismo hecho diferentes juicios desde diferentes culturas.

En la moral está muy presente el sentimiento: el amor y temor que sentimos por nuestros progenitores y por otras personas que contribuyeron a nuestro desarrollo físico y psíquico. Asimismo, el miedo a la marginación social siempre está presente. Es decir, en las normas morales destaca la presión externa sobre el individuo, por ello, la moral ejerce una influencia muy poderosa en la conducta de cada uno de los integrantes de una sociedad, lo que hace que ésta se resista a los cambios y que las tradiciones salgan reforzadas.

«La Matrix es un sistema, Neo. Ese sistema es nuestro enemigo. Pero cuando estas adentro y miras a tu alrededor, ¿Qué ves? hombres de negocios, maestros, abogados, carpinteros. Las mismas mentes de la gente que tratamos de salvar. Pero hasta que lo hagamos, esa gente sigue siendo parte del sistema y eso las convierte en nuestros enemigos. Tienes que entender que mucha de esa gente no esta lista para ser desconectada. Y muchos de ellos están tan expuestos, son tan dependientes del sistema, que lucharan para protegerlo.» —Extracto de la película Matrix

La Ética

La Ética, o «Filosofía moral», es una de las ramas de la Filosofía. La Ética es un análisis racional para descubrir qué es éticamente correcto e incorrecto de manera universal, independientemente de la moral de la sociedad, y de acuerdo a ello investigar qué estrategia se debe seguir para lograr erradicar lo éticamente incorrecto. Hablamos de Ética y no de éticas porque razón sólo hay una, así como sólo hay una Realidad.[2] Las divergencias éticas existen por el hecho de que nadie sabe a ciencia cierta qué estrategia es la que tendrá mejores consecuencias para avanzar hacia los objetivos que señala la Ética.

La reflexión ética produce cambios individuales y puede llegar a cambiar la moral de una sociedad y por tanto la legislación, por eso en las sociedades más conservadoras, como las teocracias, la reflexión ética es castigada y en su lugar se promueve el pensamiento tradicional.[1]

Conclusión

En resumen, podemos afirmar que la diferencia fundamental entre las morales y la Ética es que las morales son hechos antropológicos no fundamentados racionalmente y por el contrario la Ética es la ciencia sobre el deber a priori.

El 3 de marzo de 2010, el filósofo Jesús Mosterín (1941-2017) realizó una intervención ante una comisión del Parlament de Catalunya para explicar la diferencia entre Ética y moral, en el marco del debate sobre la ilegalización de las corridas de toros en Cataluña.

Notas

(1) Esto es muy curioso, porque pareciera que el utilitarismo también es una teoría deontologista, pues tiene como principio que siempre debemos maximizar el resultado para el mayor número, es decir, maximizar el bien; pero esta norma no está basada en la intención sino en las consecuencias.

Bibliografía

– Carlos Gómez, Javier Muguerza (eds.) «La aventura de la moralidad (paradigmas, fronteras y problemas de la ética). Javier Muguerza. Racionalidad, Fundamentación y aplicación de la ética». Alianza Editorial 2009.

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