4 críticas al concepto de carnismo

Carnismo, un concepto muy limitaod de Melanie Joy

Tenemos el deber de respetar a todos, no de amarles

Melanie Joy es profesora de Psicología y de Sociología en la Universidad de Massachussetts. En septiembre de 2001, Melanie Joy menciona por primera vez el concepto de carnismo en su artículo «From Carnivore to Carnist: Liberating the Language of Meat», publicado en Satya. En él denuncia que mientras que la ideología de no comer animales está definida como «vegetarianismo», la ideología de comerlos no tiene ninguna etiqueta, por esa razón se inventa el concepto de carnismo. Melanie define el carnismo como «un sistema de creencias que subyace a los actos de producción y consumo de carne».

En dicho artículo no menciona ni una sola vez la palabra «veganismo», sino que parece confundir el veganismo (Ética) con el «vegetarianismo» (tipo de alimentación).

Melanie revisa el concepto carnismo en su libro «Why We Love Dogs, Eat Pigs, and Wear Cows», publicado en 2009 y traducido como «Por qué amamos a los perros, nos comemos a los cerdos y nos vestimos con las vacas». En dicho libro, Melanie dice que «el carnismo es un sistema invisible de creencias que nos condiciona a comer a unos animales, pero no a otros».

*VQ* Melanie Joy - Introducción al carnismo

Aquí una charla de Melanie Joy en TEDx:

No pongo en duda que en ocasiones el concepto de carnismo pueda resultar útil para llegar a algunas personas, así como llega el «¡ama a los animales!», pero no es un concepto serio y deforma peligrosamente el mensaje ético del veganismo. A continuación voy a hacer una crítica al uso del concepto de carnismo.

La situación actual

Lo político suele ser el reflejo de la mayoría. A nivel político, vivimos en sociedades antropocentristas[1] en las que por coherencia debería practicarse el humanismo, pero el egocentrismo[2] lo frena mediante la práctica del egoísmo.

La legislación en las sociedades antropocentristas considera que quienes no son humanos no tienen derecho legal a la salud ni a la vida, es decir, a nivel ético-político no se les considera personas, sino cosas (propiedades).

La legislación también considera que los perros, gatos, etc. son cosas, pues ésta no reconoce el derecho legal a la salud y a la vida de estos. Por ejemplo, muchos perros y gatos abandonados acaban en centros de exterminio porque no tienen un propietario, algo impensable si el abandonado fuera un bebé de la especie humana.

A nivel ético, el antropocentrismo y su humanismo están desmoronándose, pues cada vez son menos los humanos que consideran que todos los animales no humanos son cosas. La Realidad es que cada vez más humanos consideran éticamente que perros, gatos, delfines, grandes simios y algunos otros seres sintientes también tienen derecho ético a la salud y a la vida, pero siguen considerando que el resto de seres sintientes son cosas para ser consumidos por los humanos, sus propietarios. Sin embargo hacer el mal a los demás siempre es éticamente incorrecto[3] y en este caso es innecesario y injustificado.

Como evidencia coherente de dicho desmoronamiento, existimos un pequeño (pero creciente) porcentaje de la población que consideramos que todos los seres sintientes a priori merecemos respeto, es decir, tenemos derecho ético a la salud y a la vida. Por eso mediante la práctica de la Ética (veganismo) evitamos violar ese derecho ético. Esto quiere decir que a nivel ético-político reconocemos que existen personas de especies no humanas.

Cuatro críticas al concepto de carnismo

Se centra en la carne en sí, y no en el hecho de respetar a los demás.

Melanie se refiere en numerosas ocasiones a la repugnancia o asco que puede producir comer carne de unos determinados animales. Sin embargo, los gustos son un asunto subjetivo: lo que para alguien puede ser asqueroso, para otra persona puede ser delicioso.

Nadie tiene la razón en lo referente a gustos, cada uno tiene «la razón» en los suyos. En cambio, la Ética no es subjetiva, sino objetiva[3]: nadie quiere que sus intereses sean frustrados, nadie quiere ser maltratado, todos exigen que deben ser respetados y por tanto todos tenemos el deber a priori de respetar a los demás.[4] Por ejemplo, objetivamente es éticamente incorrecto violar. En Ética unos tienen razón y otros no.

Como ya expliqué en otro artículo[5], lo éticamente incorrecto no está en comer carne en sí, sino en matar a quien quiere seguir viviendo y en pagar para que otros les asesinen por nosotros. Si un vegano se encuentra un animal muerto al que atropelló un coche y se lo come, eso es una práctica vegana (ética) porque no está haciendo mal a nadie, aunque no sea una práctica vegetariana y aunque sea una mala estrategia para el avance del veganismo.

Sólo se centra en la carne.

El carnismo excluye la creencia de que es éticamente correcto el consumir leche animal, huevos y miel. Melanie también debería haber creado los conceptos «lechismo», «huevismo» y «mielismo», pero entonces toda su teoría sonaría demasiado absurda.

Está limitado a la alimentación.

El carnismo no pone en cuestión la errónea creencia según la cual es éticamente correcto comprar ropa de origen animal (pieles, etc.), ni la errónea creencia según la cual es éticamente correcto divertirse a costa de otros (tauromaquia, circos con animales, etc.), ni otras prácticas no alimentarias.

Esto ocurre porque Melanie crea el concepto «carnismo» desde el vegetarianismo (tipo de alimentación), no desde el veganismo (Ética). La práctica de respetar a los demás seres sintientes no se llama vegetarianismo, sino veganismo. El carnismo hace referencia a una ideología alimentaria, por lo tanto es un concepto muy limitado.

Ya existen conceptos que describen el sistema de creencias según el cual es éticamente correcto comprar carne y matar a quienes no son humanos.

Quienes consumen productos y servicios de origen animal lo hacen porque no son sensocentristas (veganos): consideran que no todos los seres sintientes tienen derecho ético a la salud y a la vida y por lo tanto consideran que no todos deben ser respetados. Estas personas son teocentristas (religiosos), egocentristas (egoístas) o antropocentristas (humanistas). En cambio, Melanie los llama «carnistas»… ¿El carnismo es un concepto inventado para no atacar esas cosmovisiones? La Realidad es que esas cosmovisiones son violentas, rechazan la Ética y son especistas.[6] La Ética es sensocentrista, pues reconoce que todos los seres sintientes somos personas, cada una de se especie.

No, Melanie, el carnismo no es la ideología opuesta al veganismo, ni la antítesis del veganismo, como has dicho en alguna entrevista.

Y aquí termino mi crítica al concepto «carnismo». Si encuentro alguna otra crítica o algún error actualizaré este artículo.

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4 Comments

  1. Pedro 27 septiembre, 2019
    • David Díaz 27 septiembre, 2019
  2. Brian 2 junio, 2019
    • David Díaz 2 junio, 2019

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