ARGUMENTO: “Según el diccionario, los animales no son personas”

RESUMEN: ¿Los animales no son personas? ¿El diccionario de la RAE dice que sólo los humanos son personas? ¿El diccionario de la RAE dice que un animal no es alguien? Éstas son algunas de las preguntas a las que aquí voy a responder.

Cuando la materia orgánica se transforma en un cerebro, de éste emerge una conciencia. La conciencia siente y tiene intereses. Es decir, del cerebro emerge la subjetividad, y por lo tanto dicha materia deja de ser un simple OBJETO y se convierte en un SUJETO. Una definición del diccionario no convierte a un sujeto en un objeto. Incluso analizando el diccionario, si un animal no humano entiende, comprende, o resuelve problemas entonces es inteligente y por lo tanto es una persona; y al ser persona es alguien, según el mismo diccionario de la RAE.

Palabras clave: alguien, diccionario, persona, RAE

 

Ciencia

1. Para la ciencia del ser y para la ciencia del deber (Ética) existen sujetos no humanos.

Cuando la materia orgánica se transforma en un cerebro, de éste emerge una conciencia. La conciencia siente y tiene intereses. Es decir, del cerebro emerge la subjetividad, y por lo tanto dicha materia deja de ser un simple OBJETO y se convierte en un SUJETO. La ciencia reconoce la existencia de conciencia en animales de la especie Homo sapiens (humanos) y también en animales de otras especies.[1] Por lo tanto, existen sujetos de la especie humana y sujetos de otras especies. Un sujeto es alguien, a diferencia de un objeto que es algo.

Biológicamente, los humanos son animales de la especie Homo sapiens. La categoría «persona» no es una categoría biológica, sino una categoría de la Ética y de la Política (legislación). Cuando el diccionario iguala la categoría biológica (humano) con la categoría ético-política (persona) lo hace por ideología: para negar la categoría de «persona» a quienes no son humanos, es decir, lo hace por antropocentrismo.

Un perro es alguien, no algoEn cuanto a la ciencia del deber a priori (Ética), ésta nos dice que debemos diferenciar el trato que le damos a los objetos, del trato que les debemos dar a los sujetos, porque los objetos no tienen intereses, pero los sujetos sí los tienen. Se hace dicha diferenciación porque el deber ético se origina en los intereses.[2] En Ética, cada sujeto, cada alguien, es una persona. Un sujeto es alguien, por lo tanto debe ser éticamente considerado de manera diferente a que si fuera un objeto o algo. Es decir, deben considerarse éticamente los intereses de los sujetos (ser tratados como personas) y además deben estar protegidos legalmente.

Algunos especistas rechazan esta Realidad y, desesperadamente, recurren al Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (DRAE) porque erróneamente creen que «si una definición de la RAE dice que un sujeto no es una persona entonces dicho sujeto es cosa que podemos consumir». Sin embargo, una definición del diccionario no convierte a un sujeto en un objeto, a alguien en algo, ni a una persona en una cosa.

DRAE

2. Algunas personas apelan al diccionario de la Real Academia Española (RAE) y dicen que «el diccionario dice que sólo los humanos son personas, por lo tanto un animal no humano no es una persona, no es alguien, es algo».

En el párrafo anterior expliqué que una definición del diccionario no convierte a un sujeto en un objeto. Aunque el diccionario dijera que eres un objeto, la Realidad es que no lo eres. La Realidad existe antes que las definiciones, como no podría ser de otra manera.

Sin embargo, el mismo diccionario de la RAE reconoce, siguiendo la lógica de sus definiciones, que podemos referirnos a un «animal no humano» como «persona». A continuación la demostración.

La séptima acepción para la palabra «persona» es «Supuesto inteligente»:

persona
Del lat. persōna ‘máscara de actor’, ‘personaje teatral’, ‘personalidad’, ‘persona’, este del etrusco φersu, y este del gr. πρόσωπον prósōpon.
(…)
7. f. Fil. Supuesto inteligente.

Veamos entonces qué significa «inteligente», según el diccionario:

inteligencia
Del lat. intelligentia.
1. f. Capacidad de entender o comprender.
2. f. Capacidad de resolver problemas.

La primera acepción para la palabra «inteligencia» es: «Capacidad de entender o comprender». Y la segunda acepción para la palabra «inteligencia» es: «Capacidad de resolver problemas». Por lo tanto, según el diccionario, si un animal no humano tiene capacidad para resolver problemas entonces es inteligente, y si es inteligente entonces ese animal es una persona.

Los humanos no son los únicos animales que tienen capacidad para resolver problemas, es decir, no son los únicos animales inteligentes.[3] Por lo tanto, según el diccionario de la RAE, existen personas humanas y personas no humanas.

Además, según el diccionario, cada una de dichas personas no humanas es alguien, pues la primera acepción para la palabra «alguien» es:

alguien
Del lat. alĭquem, acus. de alĭquis.
1. pron. indef. m. sing. Designa una o varias personas cuya identidad no se conoce o no se desvela. Parece que viene alguien por el pasillo. Te quiero presentar a alguien esta tarde.

Por lo tanto, incluso analizando el diccionario, si un animal no humano entiende, comprende, o resuelve problemas entonces es inteligente y por lo tanto es una persona; y al ser persona es alguien, según el mismo diccionario de la RAE.

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4 Comments

  1. Lourdes Alturria 24 junio, 2020
    • David Díaz 4 julio, 2020
  2. buebue 7 septiembre, 2019
    • David Díaz 8 septiembre, 2019

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