Cómo Austria consiguió una victioria histórica para los animales (Martín Balluch)

Martin Balluch es un físico, filósofo, y prominente activista de los derechos de los animales. Fue el cofundador de la Sociedad Vegana Austríaca en 1999, y fue presidente de la Asociación Austriaca contra las Factorías de Animales (Verein Gegen Tierfabriken) desde 2002.
ANTECENDETES

Las victorias en el movimiento por los derechos de los animales son muy escasas. Sí, ocasionalmente una empresa cambia su política , o bien la ley se revisa para ampliar el tamaño de las jaulas. Pero,¿ se puede decir que hemos progresado realmente? Nuestra experiencia en Austria parece sugerir que puede resultar más fácil avanzar en países más pequeños, donde la gente activa en movimientos de justicia social como los derechos de los animales tengan mayor acceso a los políticos.

La primera conferencia austriaca por los derechos de los animales de 2002 unificó el movimiento por vez primera y sentó las bases para un nuevo tipo de campaña. En Noviembre del mismo año, justo antes de unas elecciones generales, esta nueva cooperación de los defensores de los animales llevó a la primera rueda de prensa común en la historia de este movimiento. Exigimos que los partidos políticos prometieran públicamente una nueva ley nacional de protección animal. El Partido Conservador en el poder se negó incluso a reconocer la existencia de esta demanda. En consecuencia, sólo unos días antes de las elecciones ocupamos su sede, entrando simultáneamente no sólo por la puerta sino también por el balcón y desde el tejado. Tras una ocupación de 13 horas y amplia atención de los medios de comunicación, vimos que habíamos transmitido nuestro mensaje y nos fuimos. El resultado llegó a las primeras páginas de los informativos: “ Los conservadores prometen una nueva ley de los animales si son reelegidos” Y fueron reelegidos”.

En Marzo de 2003, teniendo en cuenta tal promesa, iniciamos una campaña concertada para que se prohibieran las granjas de batería. En primer lugar, rescatamos a siete pollos de una de las peores granjas de batería. Un periodista estaba con nosotros dentro de la granja y el suceso tuvo una buena difusión en los medios. Denunciamos a la granja por una serie de infracciones de la ley: demasiados pollos por jaula, pésimas condiciones, pollos muertos etc. Las autoridades no reaccionaron a nuestras quejas, así que ocupamos la oficina del gobernador provincial. Nos encadenamos al mobiliario de esta oficina , dejamos en el despacho varios de los pollos muertos procedentes de la granja y exigimos que se nos escuchara. Cinco horas después, accedió a hablar con nosotros y prometió una investigación.

Como resultado de la investigación subsiguiente, el granjero fue condenado a un pago de 200 euros de multa por tener seis pollos por jaula, cuando sólo se permiten cuatro. El juicio reveló que la granja acababa de pasar una inspección oficial, o sea que, como contar correctamente cuatro pollos por jaula no parece muy difícil, se deduce que la inspección oficial de granjas no evita la infracción de la ley.

A partir de aquí, a lo largo de 15 días en Julio de 2003 hicimos visitas nocturnas a las 48 mayores granjas de batería de todo el país, lo que constituye aproximadamente el 40 por ciento de los pollos de batería de Austria. Todas las granjas fueron filmadas y denunciadas a las autoridades: más del 90 por ciento tenían jaulas que estaban ilegalmente superpobladas, todas estaban inmundas y muchas estaban llenas de aves muertas y agonizantes. En la última granja liberamos públicamente nueve pollos para reforzar el impacto mediático de nuestra investigación. Y, verdaderamente, la reacción de los medios fue gigantesca.

En ausencia de una institución que pudiera iniciar acciones legales de parte de los pollos de batería, logramos comprometer al Defensor del Pueblo. Su implicación unida a la presión pública de los medios de comunicación, condujo a una ola sin precedentes de denuncias a los granjeros de batería. Sus juicios revelaron que los controles oficiales habían sido deliberadamente ineficaces y que los granjeros habían contado con esta dejadez. Eso es lo que literalmente adujeron en su defensa. Al menos quince granjas fueron condenadas. Como ya esperaba también se produjo una ola de acusaciones privadas contra mí por allanamiento. También se me acusó de atentar contra la propiedad privada: los pollos.

Como el tema de los derechos de los animales estaba tan en boga, el Partido Conservador en el gobierno se sintió obligado a nombrar un portavoz para asuntos concernientes a los animales, como ya lo habían hecho los otros tres partidos parlamentarios. A fines del 2003, este portavoz se reunió con nosotros varias veces, pero parecía más interesada en apagar el fuego que en atender nuestras demandas. A
principios del 2004, el gobierno anunció su intención de sacar una nueva ley de protección animal, que no incluía ninguna mejora clara. En el 2012, las jaulas en batería serían reemplazadas por las denominadas “Jaulas enriquecidas” , que en cualquier caso eran las requeridas por las normas de la Unión Europea. Así que decidimos acelerar nuestra campaña al nivel político y confrontar directamente el obstáculo principal: los Conservadores

LAS CAMPAÑAS DE 2004

Irrumpimos en granjas industriales de todo tipo y sacamos un video actualizado de la situación de los animales de granja en Austria, con un énfasis especial en las granjas de batería. En el video las secuencias de cada tipo de granja industrial estaban directamente relacionadas con las propuestas de los conservadores para una nueva ley al respecto, con el fin de subrayar su completa indiferencia por el bienestar de los animales. El video se envió a todos los grupos animalistas de Austria y en todas las grandes ciudades hubo proyecciones con pantallas gigantes en las calles.

Al mismo tiempo, encargamos una encuesta de opinión sobre siete aspectos centrales de la nueva ley. Una amplia mayoría apoyó nuestras exigencias: por ejemplo, un 86 por ciento apoyó la prohibición de las granjas en batería y sólo un 7 por ciento se opuso.

Esto tuvo un amplio eco en los medios. Asimismo, iniciamos una campaña de e-mails y cartas contra los conservadores. El tema se convirtió en un asunto de gran importancia.

La principal emisora de radio emitió un programa de dos horas conmigo, hablando de los derechos de los animales y las granjas en batería, y respondiendo a los oyentes. Los Conservadores debían hacerse oír y se quejaron de que habíamos disfrutado de mayor atención mediática que ellos.

El 7 de Marzo de 2004 dos provincias celebraron elecciones. Aprovechamos la oportunidad para hacernos oír: “los conservadores apoyan la crueldad a los animales”. Nos enfrentamos a los conservadores en sus mítines e interrumpimos debates televisados en directo con nuestras enseñas. En el principal mitin conservador fuimos atacados físicamente y a mí me golpearon en la cara. Pero esto se puso de nuestra parte:sacamos fotos de nuestros agresores y las enviamos inmediatamente por móvil a nuestra oficina principal. Los agresores fueron identificados como candidatos del Partido Conservador y al cabo de una hora lo hicimos público mediante una nota de prensa. El día de las elecciones todos los periódicos principales cubrieron el hecho. Los conservadores perdieron el 50 por ciento de sus votos en la provincia donde tuvo lugar la agresión, y su gobernador fue derrotado en la otra provincia. Ahora nuestro impacto era innegable.

El 11 de marzo, se me invitó a hablar con un consejero del gobierno. No progresamos mucho y el 16 de marzo el gobierno anunció lo que era un compromiso inaceptable: todas las jaulas en batería serían “enriquecidas” para 2009. Los medios de comunicación transmitieron la respuesta del movimiento por los animales: “no, gracias”. Exigíamos una total prohibición de las jaulas. El 30 de marzo, el Ministro de Agricultura me invitó a hablar con él. Quedó claro que no estaba dispuesto a escuchar, por lo que iniciamos manifestaciones a la entrada del ministerio, así como protestas diarias en la capital y semanales en otras ciudades principales con nuestro vídeo.

El 9 de abril agudizamos la campaña al liberar públicamente treinta y siete pollos en batería de otra granja para posteriormente hacer una sentada en el tejado. Esta acción atrajo tanta atención en los medios que ni el granjero ni la policía se decidieron a intervenir. Al día siguiente lanzamos una campaña nacional con carteles ilegalmente colocados por todo el país con el mensaje de que los conservadores pasan de los animales. El 15 de abril, el principal semanario del país, NEWS, me invitó a una mesa redonda con el ministro de Agricultura, el principal propietario de granjas en batería (Con 450.000 aves) y el portavoz de los socialdemócratas para asuntos animales. El ministro dijo que como vegano no estaba en posición para debatir sobre la utilización de animales, a lo cual respondí que sólo los veganos podemos verdaderamente hablar de parte de los animales, ya que somos los únicos que no tenemos intereses personales para con ellos.

El 23 de abril un soplo nos llevó a realizar una visita nocturna a la principal granja en batería que emplea jaulas “enriquecidas”. Los conservadores pretendían promocionar la granja al día siguiente presentándola como la solución al problema. Habían invitado a un experto en gallinas de Alemania, a quien se había citado en la prensa como defensor de esa granja. Sacamos fotos de esa misma granja, mostrando aves desplumadas en jaulas abarrotadas aves muertas, y asquerosas condiciones.

El gobernador estableció una comisión para debatir el tema y llegar a un acuerdo. Los partidos de oposición apoyaban firmemente nuestras demandas. En los tres días en que se reunió la comisión, publicamos, en colaboración con todos los principales grupos animalistas del país, anuncios pagados en los principales diarios pidiendo al Primer Ministro que reconsiderara su política y que prohibiera las jaulas en batería. La petición apareció con las firmas de setenta y ocho figuras prominentes de las artes y ciencias.

El 25 de abril había elecciones presidenciales. De nuevo calificamos al Partido Conservador como el obstáculo para el progreso en la protección animal. El candidato del Partido Conservador al principio estaba de parte del gobierno pero fue obligado a cambiar de posición. En su última conferencia de prensa, en la víspera de las elecciones, dijo que el gobierno debería replantearse su postura y que las granjas de batería deberían ser abolidas. Demasiado tarde: perdió las elecciones por estrecho margen.

A lo largo de las siguientes dos semanas, la presión pública continuó creciendo. El 27 de abril, justo antes de la segunda reunión de la comisión en el Parlamento, me quedé esperando a la entrada de la sala de conferencias con un equipo de la TV y entregué a la delegación conservadora una petición por la prohibición de las granjas de batería, respaldada por 10.000 firmas que habíamos recogido desde que empezamos las protestas en febrero. También mostramos una jaula “enriquecida” con modelos de pollos de tamaño natural, así como fotos de las granjas de batería con tales jaulas. Los conservadores se quedaron escandalizados y llamaron a seguridad, quienes nos echaron del Parlamento. El equipo de televisión me entrevistó delante del Parlamento y dio un informe muy favorable.

El 28 de abril el Partido de la Libertad, miembro de la coalición gubernamental, me invitó a participar en un foro público sobre el tema en el Parlamento. Una semana después, invitamos a representantes de todos los partidos del Parlamento a visitar a los productores de huevos que no emplean jaulas. Estos hechos de nuevo atrajeron a los medios. Aparte de la Unión de Granjeros, que gastó mucho dinero en anuncios contra nosotros, no hubo virtualmente ninguna oposición a nuestra postura.

LA VICTORIA

De repente, el gobierno cedió. El 27 de mayo, en una votación histórica, todos los miembros del Parlamento votaron por la prohibición de las granjas en batería que se haría efectiva en enero del 2009. Pero tras esta prohibición, aprovechando esa ola de interés público en la materia, estábamos en disposición de hacer que se lograran muchas más demandas por los animales. En otras circunstancias, hasta la oposición habría rechazado estas demandas, pero ahora ningún partido podía permitirse ser considerado antianimalista.

Por ello, aparte de la prohibición de las granjas en batería, ahora es ilegal comerciar con gatos o perros vivos en las tiendas, o mostrarlos públicamente con vistas a su venta. Es ilegal matar cualquier animal sin una buena razón, aún sin dolor. Y como la imposibilidad de encontrar un hogar para animales sanos no se considera una buena razón para matarlos, eso está prohibido.

La siguiente declaración se incluirá en la Constitución austriaca junto con los derechos humanos. “El Estado protege la vida y el bienestar de los animales debido a su especial responsabilidad del ser humano hacia ellos”. El código civil ya declara que los animales no son cosas. La ley asimismo pide a los gobiernos estatales y locales que ayuden económicamente a las instituciones de protección animal, incluida la promoción de una nueva idea de comprensión de la protección animal, especialmente entre los jóvenes.

Cada provincia debe nombrar un “Defensor de los animales” para un mandato de cinco años. Estos defensores de los animales tienen derecho a ser informados de todos los juicios en relación con los animales, deben obtener apoyo gubernamental, pueden tomar decisiones independientes y pueden emprender acciones legales en defensa de los animales. Si la policía o los fiscales tienen noticia de una infracción de la ley de protección de los animales, están obligados a actuar.

Cada dos años el gobierno ha de redactar un informe sobre los progresos en la protección de los animales y un resumen de juicios atajaderos a los animales así como resultados en la inspección de granjas… Se ha formado un comité de protección de animales con diecinueve miembros, uno de los cuales ha sido nombrado por asociaciones animalistas. Este comité puede proponer cambios en la ley y evaluar la situación en relación con los abusos a animales. Todos los medios de manipulación de animales han de ser certificados antes de pasar al mercado.

Ya se ha establecido una prohibición de las granjas peleteras, que ya había entrado en vigor en seis de las nueve provincias de Austria. En 2002 habíamos logrado una prohibición en el uso de muchas especies de animales en los circos. Según la nueva ley, del 1 de junio del 2005, el empleo de todo tipo de animales salvajes -es decir, de todos los animales que no sean domésticos o de granja- en circos es ilegal.

Pero este ambiente general llevó a un tipo de victoria diferente. El 9 de febrero de 2004 un tribunal local me había declarado culpable de sacar ilegalmente propiedad ajena (los pollos liberados). Cuando un equipo de la televisión entrevistó a la gente de la calle, mostrándoles imágenes de la acción liberadora, todos se mostraron escandalizados de que alguien fuera declarado culpable por haber rescatado animales. El 12 de julio se celebró mi apelación contra la condena. Adujimos que, según la ley, los animales no son cosas y el ataque a la propiedad de los granjeros no era sino un mal necesario, un rescate de emergencia justificado.

En una decisión de 2 a 1 el Alto Tribunal anuló mi condena. En un histórico veredicto argumentaron que, aunque es cierto que sustraje propiedad ajena, las nuevas leyes de protección animal recalcan que las granjas en batería implican un abuso, que la sociedad en general respalda mi acción y que al liberar las gallinas actué correctamente. Esto significa que tenemos un Tribunal Supremo que establece que irrumpir en una granja y llevarse a los animales no es delito. ¡Un veredicto que sienta un prometedor precedente!

CÓMO GANAMOS: ALGUNAS LECCIONES TÁCTICAS

Las nuevas leyes austriacas sobre animales son hoy en día una de las más avanzadas del mundo. Para conseguirlo fueron necesarios unos cuantos ingredientes. En primer lugar, identificamos al enemigo, el Partido Conservador, en el momento preciso y fuimos capaces de transmitirlo al público. Al centrarnos en este punto, y al mismo tiempo al mantener un estrecho contacto con el resto de partidos, convencimos a estos partidos a ponerse de nuestro lado, con lo que evitaban convertirse en blanco de nuestras acciones, y así impedimos que el Partido Conservador escurriera el bulto si no se alcanzaba un acuerdo, lo cual por supuesto trataron de hacer. Aprovechamos la oportunidad que nos ofrecieron las elecciones presidenciales y regionales para atacar a los Conservadores tanto en los medios de comunicación como por medio de campañas callejeras que totalizaron 71 manifestaciones diferentes, y utilizamos las clásicas tácticas populares, como bloqueos liberaciones de animales y ocupaciones de locales. Bien sea por estas acciones o por otras razones, lo cierto es que los Conservadores empezaron a perder una elección tras otra.

Otro ingrediente esencial para ganar esta batalla fue el establecer lazos muy estrechos con una docena de periodistas que simpatizaban con la causa de los derechos de los animales. Les convencimos de que este tema era importante, que íbamos en serio, y de que les íbamos a proporcionar información actualizada y excelente material fotográfico y de video. En muchas de nuestras inspecciones de granjas en batería y en las liberaciones contamos con los periodistas desde el principio. No obstante, necesitábamos ofrecerles novedades constantes con el fin de que ellos pudieran mantener el interés periodístico del tema. Es así que emprendimos una amplia gama de acciones (ocupaciones, bloqueos, conferencias de prensa, liberaciones de animales, encuestas de opinión, encuentros con políticos, petición de apoyo de personalidades, eventos públicos en comunidades rurales donde hubiera granjas, así como elaboración de estudios científicos. Además, los juicios que siguieron a nuestras acciones ayudaron a resaltar el tema.

Finalmente, la maquinaria mediática se puso en marcha. Los periódicos y las cadenas de TV cubrían constantemente el tema. Logramos crear una especie de presión constante que nunca antes se había generado en Austria en relación con los derechos de los animales. A veces parecía un milagro, pero lo cierto es que era el resultado de un intenso trabajo por parte de mucha gente.

Desde entonces, todos los partidos han sido extremadamente cautos en no hacer nada que nos pudiera enfrentar a ellos. Ahora todos ellos tienen un portavoz de asuntos animales que están en contacto con nosotros. Así, los derechos de los animales se han convertido en un tema político serio que tiene su peso en campañas electorales.

Aunque diferentes sistemas de acción pueden funcionar de maneras diferentes, nuestra experiencia sugiere las siguientes recomendaciones para quienquiera que pretenda iniciar campañas similares:

1- Establecer contacto con políticos influyentes sobre el tema. Tratad de obtener apoyos de políticos que favorezcan la causa entre los distintos partidos. Si un partido impide esta cooperación, aisladlo y enfrentadlo con los demás, públicamente si es necesario. Lo que más les aterra es la amenaza de sabotear sus campañas electorales. Confrontadles por medio de manifestaciones constantes, irrumpid en sus mítines e intervenid en sus comparecencias con los medios de comunicación. Tratad de averiguar que elementos dentro de ese partido obstaculizan nuestros objetivos y tratad de aislarlos o reforzar a los que se les oponen.

2- Buscad apoyos de científicos, especialmente de quienes no tengan pelos en la lengua. Convencedlos o pagadlos para que escriban informes técnicos, asesoren a los gobiernos y a que comparezcan en vuestras ruedas de prensa.

3- Confrontad a los políticos como un movimiento unificado. Dad la impresión de que todos los grupos animalistas van por la misma linea. De hecho el mensaje debería consistir en que todo ciudadano decente está por la causa.

4- Utiliza otros países como ejemplos a seguir. Puede ayudar el facilitar contactos directos entre vuestros políticos y los de otros países que hayan tenido experiencias fructíferas con la legislación animal. En nuestras campañas en Austria, nosotros utilizamos sobre todo a Suiza y especialmente a Suecia como ejemplos palmarios de lo atrasada que estaba Austria, y también promovimos lazos con los Verdes de otros países.

5- Hablad personalmente con periodistas que se sepa apoyan la causa. Enteraos de qué les puede obstaculizar para informar sobre el tema y hablad con estos periodistas favorables sobre la mejor estrategia a seguir. Informadlos puntualmente de cualquier novedad. Sed fiables y conocedores del tema y aseguradles que siempre contarán con información de primera mano.

POR QUÉ LOS ANIMALISTAS DEBEN ACTUAR PARA CAMBIAR LAS LEYES

Llevo muchos años activo en el movimiento por los animales y mi experiencia me dice que muchos animalistas no creen que merezca la pena trabajar para cambiar la legislación. Esto puede provenir de un a general y bien fundada desconfianza hacia los políticos, el Estado y el cumplimiento de las leyes. Sin embargo, acabamos de demostrar en Austria que la liberación animal puede emplear los tribunales, el poder estatal y la ley para nuestros intereses.

Imagina que quisieras cambiar la mentalidad de la gente de tal manera que cada vez más personas se hagan veganas. ¿Acaso es concebible que algún día los veganos sean una mayoría? No lo creo. En mi opinión sólo un número limitado de personas está dispuesto a cambiar su vida hasta tal punto. En Austria, como ya se ha expuesto, una encuesta reveló que un 86% de la gente se opone a las granjas de batería pero casi todos ellos aún comen huevos de batería. E incluso con esta abrumadora mayoría resultó casi imposible cambiar la ley para cerrar esas granjas. Además no me parece que el número de vegetarianos y de veganos esté creciendo mucho, al menos de momento, a pesar de que la conciencia de la causa animal está en alza.

Los cambios duraderos comienzan con el cambio en la conciencia. Este cambio, no obstante, no lleva automáticamente a un cambio en el comportamiento, al menos para la mayoría de la población. Pero si se van elaborando nuevas leyes poco a poco, el nuevo tipo de vida que implica va acarreando una nueva mentalidad. Y las próximas generaciones que se eduquen con este nuevo modo de vida lo considerarán “normal”.

Cuando los animales salvajes desaparezcan de los circos, por ejemplo, la prohibición acabará con esta práctica definitivamente. Nunca habrá que protestar de nuevo frente a los circos y no se producirá un paso atrás a menos que se revoque la ley , lo cual me parece imposible ya que por experiencia sé que sólo los argumentos económicos se enfrentan a los argumentos de liberación animal, y si las malas prácticas han sido prohibidas por el tiempo suficiente, ya no habrá fuerzas económicas detrás . Si ya se ha instalado en la vida cotidiana el no tener animales salvajes en los circos, un cambio de leyes me parece impensable.

Si queréis comparar el éxito de una campaña para cambiar las leyes con una campaña para cambiar los comportamientos, tendréis que preguntaros cómo medir el éxito, y esto no resulta fácil. Si una empresa cierra y el abuso se traslada a otra parte, eso no es sino un medio éxito. Igualmente, cuando presionas a empresas hay que estar muy atento. En Austria, en 1988, la empresa textil Kleider Bauer dejó de vender pieles tras muchas protestas. Cinco años después, empezaron a venderlas de nuevo. Los activistas estaban demasiado ocupados con otras compañías como para volverse a ocupar de Kleider Bauer. Y así, vuelven a vender piel.

Ningún nivel de ataque de guerrillas emprendido por el Frente de Liberación Animal podría haber dañado a la industria de granjas de batería como las actuales leyes austriacas. Una ley causa mucho más daño a la industria que perjudica a los animales que cualquier otra cosa que pueda emprender el movimiento animalista.

El éxito contra las granjas de batería ya demuestra que una prohibición en muchos otros campos es posible, aunque se base exclusivamente en argumentos éticos. Aquellos que dicen que el capitalismo y la explotación siempre ganan están equivocados. No debiéramos perder la fe en el activismo animalista como medio de conseguir cambios duraderos y, finalmente, la liberación animal.

Traducido del libro «In defense of animals»[1].

Fuente: pensamientovegano.wordpress.com – Cómo Austria consiguió una victioria histórica para los animales

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NOTAS

RespuestasVeganas.Org: La publicación de este artículo en RespuestasVeganas.Org no implica necesariamente que se compartan todas y cada una de las cuestiones expresadas en el mismo; sin embargo, consideramos interesante su publicación por la aportación que puede hacer a la causa del movimiento abolicionista.

REFERENCIAS

[1] SINGER, Peter (ed.). In Defense of Animals: The Second Wave. Blackwell, 2008.

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